sábado, 24 de julio de 2010

Fuegos del Apóstol.


Como todos los años, la noche de los Fuegos del Apóstol iba a atraer a la ciudad a mucha gente, más todavía siendo año Xacobeo. Los medios dijeron que durante el fin de semana unas 200.000 personas rondaron por Compostela. Y, como todos los años, eso significaba dificultades pare elegir un buen sitio para verlos y la necesidad de un plan de escape de la zona vieja tras el espectáculo pirotécnico.


Igual al año pasado, cerca de Porta Faxeira iba a ser el sitio elegido tras un intento fallido con Pris por la Alameda. Un poco desmerecido el paisaje por la grúa que está desmontando el antiguo cuartel de la policía, la intensidad y belleza de los Fuegos nos haría olvidar este detalle. Estaban presupuestados en 360.000 €, un 20 % más que el año pasado y el doble que en el último Xacobeo; y el disparo de los fuegos de altura se hizo desde la huerta de San Martín Pinario y no desde la tradicional avenida Juan XXIII, para que quedara mejor marcado el escenario de la praza do Obradoiro. Recuperando una iniciativa del Xacobeo 1993, el espectáculo de luz y sonido se repetirá todos los días hasta el fin de las fiestas el sábado 31 de julio.


Se usaron 4.989 artificios con 25.000 efectos pirotécnicos en un espectáculo que duró 31 minutos, preparado por un equipo de 58 personas de la empresa "Pirotecnia Caballer". Con un nuevo sistema que redujo la presencia de humo, las 3.000 bengalas fueron de cuatro colores intermitentes con cambio a blanco. Se incluyeron músicas que sonaron con una potencia de 40.000 watios mientras que las luces proyectadas se emitían a 100.000 watios. Una vez terminada la quema de la fachada de la Catedral, en una tradición que se remonta al año 1545, cuando se iluminó la plaza con candiles, nos reunimos en la explanada de la Alameda con Anabel y Klaas para ir a tomar algo a la zona nueva, en concreto a los pubs DeluxeTatooine.

2 comentarios:

Pris dijo...

Intento fallido... vaya baño de multitudes! pero al final elegiste el mejor sitio! ;D

... falta tu anécdota con los "botellones..." para el recuerdo!

Juan dijo...

Ya, lo pensé, pero seguro habrá alguna vez alguna entrada de mi asistencia a uno de esos botellones que me lo recordará. Con esta juventud, vamos apañados, ay!