Lunes 24, Nochebuena en familia.

Y llegó el 24. El tiempo que hizo por la tarde invitaba a dar un paseo por la zona vieja. No había mucha gente por las calles y las tiendas cerraron pronto. La plaza do Obradoiro, como el año anterior, estaba muy bien adornada con el Belén luminoso, si bien no recuerdo que por entonces hubiera pingüinos por la parte de atrás.

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Poco duró mi paseo porque prontito, antes de empezar a prepararse la cena, ya estábamos todos en casa. Mucho barullo hubo esa noche a pesar de que faltaban Laura, Ari, Silvita y Miguel. No obstante, vía videollamada de móvil, también los tuvimos presentes.

Como va siendo habitual cada año, descargamos de trabajo a los Reyes Magos en el día que les corresponde: la curiosidad nos hizo abrir los regalos antes de tiempo y el salón quedó cubierto con una alfombra de papeles de todos los colores. Tal como me pidió Silvita, los treinta minutos que duró quedaron inmortalizados en video.

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Aquí, Javi mostrando orgulloso sus divertidas zapatillas de invierno.

Sábado 22, cenita con karaoke.

Quedándome ese fin de semana en Santiago, no podía faltar a la cenita de algunos habituales del Moore's. Al final, por los muchos compromisos existentes en estas fechas, no pudimos estar todos los que somos, pero los que fuimos al menos pasamos una muy buena velada que se inició en la Terraza del 42, para continuar en el Moore's y finalizar en el Manhattan ya muy entrada la noche.

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La comida, el muy buen ambiente que reinaba en nuestra mesa, la cara de Ben observando como saboreábamos las navajas, los recuerdos fotográficos y la complicidad con otras mesas... La verdad es que la noche había empezado muy bien y los chupitos de licor café y de hierbas provocaron un cambio apreciable en los presentes...

Después dio inicio la sesión de karaoke. Media docena fueron las canciones elegidas, desde Loquillo a Mecano. Pero..., ay, siempre hay un pero... las consecuencias de tanto karaoke no podían hacerse esperar. El principio de causalidad, en su formulación más perfecta, señala que "todo cuanto existe de manera contingente, tiene causa eficiente". Y el efecto, tales habían sido sus dimensiones, apareció recogido en la prensa. ¿Elucubraciones mías? Me parece que no: miremos lo que apareció en La Voz de Galicia, especialmente el segundo subtitular... Las cosas claras... y el chocolate espeso.

Para quien siga albergando alguna duda, aquí una de las pruebas:

15 de diciembre, de cena.

A principios de mes había estado hablando con Fran de la posibilidad de hacer en diciembre una cena en la que pudieran estar presentes Andrés y Paola. Propuse una fecha y empezamos a avisar a unos cuantos amigos a los que, por otra parte, hacia algunos meses que no veía en tiempo de esparcimiento y sin prisas.

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Quedamos en el restaurante Monte da Condesa hacia las diez de la noche. Tomando una primera copa, estuvimos esperando a Fran y Begoña, que ya habían avisado de que se retrasarían un poco.

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Una vez estuvimos todos, empezamos a disfrutar de una buena mariscada regada con vinos gallegos. El ambiente era buenísimo: risas, anécdotas de todo tipo, conversaciones cruzadas entre unos y otros, etc. Alberto logró posar en serio para una foto y Juan parecía que llevaba pilas Duracell: se había hecho el propósito de que no quedara ni una pizca en los platos, fueran los suyos o los ajenos.

Las féminas recibieron una rosa de recuerdo: Lucía, Paola, Chelo, Mary y Begoña. Sólo al final de la cena, durante los chupitos, nos dimos cuenta de que nos habíamos distribuido en las mesas todos los hombres en un lado y las mujeres en el otro.

A las dos empezó el baile... que duró hasta las cinco de la mañana. Como se puede ver, Andrés y Juan fueron los reyes de la pista.

De exposiciones por Madrid.

El sábado 8 fuimos de paseo hacia la zona de Torre Picasso. Allí había una curiosa On Ice Madrid. Exposición Mundial de Esculturas de Hielo. Los carteles anunciaban que dentro se estaría a varios centígrados bajo cero, la cola parecía interminable y, por la hora que era, tuvimos la tentación de no entrar a visitarla. Pero la superamos.

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Nada más entrar, nos encontramos con una réplica de la Fábrica de Juguetes del Polo Norte, en cuyo Túnel de Hielo, que hacía las funciones de taller-laboratorio-línea de producción, nos hicimos las primeras fotos para el recuerdo antes de salir a la sala principal.

Allí vimos un Bar Polar y un Iglú, en cuya salida había un tobogán por el que nos deslizamos varias veces. Laura y Ari iban enfundadas en sus abrigos y parecían unos Ewocks en South park. El Arco del Gran Pingüino, un muñeco de nieve y un árbol de Navidad, todos de más de cinco metros de altura, fue lo siguiente que aparecía en el recorrido. Después, algunos monumentos de Madrid como la Puerta de Alcalá y, para terminar, un grandioso y completo Belén.

Antes habíamos pasado por el Belén Monumental, que estaba por la misma zona y consistía en un recorrido por las referencias bíblicas y tradicionales al nacimiento de Jesucristo: las profecías del Antiguo Testamento, los Reyes Magos, la visita de los pastores, etc.

El agua de los ríos circulaba y las plantas y los árboles era reales; las figuras tenían todo tipo de detalles no sólo en los trajes, también en los rostros; y las casas seguían el diseño propio de la época.

Al final estaban las referencias a la Matanza de los Inocentes. Muy interesantes y realmente bonitos estos OnIce y Belén Monumental.

9 de diciembre, 2 añitos de Ariadna.

¡Dos añitos ya! Qué rápido ha pasado el tiempo desde la primera vez que la pude tener en mis brazos cuando casi no abría los ojos...

Había decidido que un fin de semana me pasaría por Madrid. Tras dos intentos fallidos, las circunstancias hicieron que el elegido fuera el del puente de la Inmaculada. Y hacia allí me fui tan contento.

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Así estaba de radiante el comedor, mezclándose la decoración del aniversario con los motivos de la Navidad que se iba acercando.

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¡Y menudo ajetreo! Fueron el viernes y el sábado dos días muy completitos, entre visitas a la piscina, juegos varios, desayunos, comidas, cenas, disfraces, películas, canciones, paseos, etc., etc.

No iba a poder quedarme todo el domingo cumpleañero pero eso no fue inconveniente para aprovechar algunas horitas en el parque cerca de casa, combinando el sol radiante con un viento frío que apareció después, mientras balanceábamos en los columpios a Laura y Ari.

Visitando la Ciudad de la Cultura.

El viernes por la noche no pude salir mucho, que a las 9 de la mañana habíamos quedado en el SAR para ser recogidos por el autobús que nos llevaría hacia la Ciudad de la Cultura. Nos apuntamos dos meses antes, en el marco de la campaña Vivir Compostela, y la verdad es que esperábamos con curiosidad la visita dada la importancia que va a tener para Santiago todo el complejo en un futuro cercano.

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Al llegar y sin bajarnos del autobús, dimos una vuelta por la Galería de Servicios, una especie de ronda subterránea para vehículos que servirá para el aprovisionamiento y mantenimiento de los edificios, mientras la guía nos iba comentando con todo detalle el inicio de las construcciones. Fue de lo primero que se construyó y la evolución de las obras se puede ver en las muchas fotografías que están en la que fue la segunda parada: las torres de John Hejduk. Allí seguimos con mucho interés todas las explicaciones y pudimos disfrutar de las vistas de Santiago desde lo alto de una de ellas, la de cristal.
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Después entramos en el edificio adyacente que está casi acabado: la Biblioteca, destinada a albergar el patrimonio bibliográfico de Galicia. Grandísima aunque todavía muy fría, allí siguieron las explicaciones. Curioso me resultó saber que un par de los edificios del proyecto original no se harán y que la forma que acabará teniendo la Ciudad de la Cultura es una reproducción de la zona vieja de Santiago, incluido el trazado de las calles peatonales.

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Cerca de dos horas duró la visita. Muy interesante aunque, al estar la mayoría de las obras en proceso de construcción, habrá que esperar a verlo terminado para tomar conciencia plena de lo que el proyecto significa. Ya al final, nos dirigimos hacia el mirador, desde donde se podía contemplar una magnífica panorámica de la ciudad.

http://www.cidadedacultura.es/