Con dos días de diferencia volví al Auditorio, está vez con el Papá. La obertura de "El Carnaval romano" fue compuesta en 1843 y estrenada en París al año siguiente bajo la dirección del propio compositor, siendo uno de los escasos triunfos de los que pudo gozar en vida.
Sobre un poema de P.A. Vieillard, compuso la cantata "La muerte de Cleopatra", donde hace un repaso de la vida de la reina de Egipto mientras el áspide devora su seno. Cantada por la mezzosoprano sueca Anne Sofie von Otter, se lamenta del desaire del nuevo emperador Octavio, rememora los días felices pasados con Marco Antonio e implora a las almas de los faraones que la admitan entre ellos. Dada mi reciente visita a Egipto, le presté una atención especial si bien me gustó también la última pieza "Harold en Italie", que tenía como protagonista la viola (Antoine Tamestit), en una melodía popular con un fin violento y festivo al mismo tiempo.
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