En la tercera planta del San Martín Pinario, había otra exposición: el fotógrafo francés Pierre Gonnord, residente en España, usa la técnica fotográfica para aproximarse a la psicología y al alma humana. Los personajes retratados pertenecen a aldeas aisladas del norte de España y Portugal con un desarrollo de trabajo y vida muy alejado del convencional urbanita imperante, aldeas que mantienen un estilo de vida apegado a unos valores que están desapareciendo. Desempeñan tareas duras, agrícolas, mineras o marítimas, y están sosteniendo con su propia presencia la dignidad aún palpable y evidente de un mundo que parece ya no se resiste a desaparecer. De todas las edades, la profundidad de la mirada, las marcas del tiempo en la piel... son un toque de atención a la superficialidad de hoy en día.
Como novedad en su obra, se incorporan 7 grandes paisajes que dialogan en el espacio con las personas retratadas: desde la fuerza del mar rompiente en Finisterre, hasta la calma de unas grandes raíces, la violencia de un incendio o el extraño orden de un bosque de eucaliptos. Estuvo bien. Fue una invitación a la reflexión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario