Buena cosa fue el tener que cambiar los planes de ese viernes por la noche al encontrarme con Fran, Juan y Alberto en el Guayaba. Siendo ese día el de la fiesta Brugal, no podía faltar una activa participación por nuestra parte: había que llevarse un regalo de cada tipo.
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Fran y Alberto rascando la tarjetita en busca de la preciada camiseta.
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Pero rasca que rasca, no había forma de que saliera: mochilas, sudokus electrónicos, agendas... de todo pero, como nos habían asegurado que había cuatro camisetas, allí había intención de vaciar de Brugal el local hasta que nos tocara, inasequibles al desaliento. ...
Aquí, Juan en un descansillo de tan ardua labor.
Y aquí, preparando ya la retirada, foto de los cuatro en grupo. Al final no la conseguimos, pero no por ello perdimos la sonrisa.
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