Recibí la llamada de Ángel Burke, que se iba a dejar caer por Santiago. Como siempre, interesantísima conversación durante nuestro paseo en búsqueda de un sitio para cenar. A Nosa Casa fue el elegido y allí continuamos desentrañando la realidad del cómo el gota a gota de unas buenas ideas son capaces de influir decisivamente en políticas públicas que fomentan el Estado del Bien-Ser como presupuesto imprescindible para que el Estado de Bienestar no se convierta en una suplantación definitiva e irrevocable de lo que al ciudadano responsable y libre le corresponde como tal.
..
De allí nos fuimos al Moore's, a establecer relaciones de confraternización con las irlandesas mediante el lenguaje visual, que tiene su jugo especialmente cuando se sabe levantar una sola ceja. Y -¡por fín!- apareció Avelino el Magno, que había respondido raudo y veloz a nuestro desesperado S.O.S. ante tanta fémina suelta.


No hay comentarios:
Publicar un comentario