¡Menudo solecito! Daba gusto pasear por la ciudad, en especial por la zona vieja de Santiago. Parecía que el verano no quisiera irse. Son de esos días en que a uno no le cuesta nada levantarse pronto, aunque saliera de vinos hasta las tantas la noche anterior. Callejear y ojear tiendas y escaparates con un buen libro bajo el brazo; mirar al cielo y sentir el calorcillo; y pararse a escuchar -¡oh! ¡sorpresa!- las buenas voces de algunos artistas callejeros.
2 comentarios:
Yo también los ví!
¿Y ya te fijaste qué canción es? ;D
Sí, sí!! Esa tampoco puede faltar en el repertorio!! De los dos se ve muy bien la diferencia de tipo de voz, imagino que barítono y tenor, porque cuando entra el segundo.. ufff... daba gusto escucharles. Estuve un buen rato allí. Fue muy agradable.
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