La verdad es que estuvo estupendísimamente bien la visita del anterior fin de semana a Lugo. Hacía tiempo que se me decía que valía la pena y que no me arrepentiría. Y así fue.
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Como buen anfitrión, Javi se encargó de mostrarnos algunas de las cosas más interesantes de la ciudad y no salimos defraudados del Círculo de Bellas Artes, a donde acudimos después de degustar unos macarrones obra del cheff Andrés, en todo momento muy bien supervisado por Sonia, muy conocida en la Guía Michelin.
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En el Círculo visitamos todas las estancias con detalle, especialmente la preciosa biblioteca, donde Javi se pasa horas y horas, y el gran salón. Jugamos una partida al billar y curioseamos por todas partes hasta encontrar incluso nuevas salas de esparcimiento.
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Después terrazeamos en la plaza Mayor o del Ayuntamiento y dimos una vuelta completa a la histórica Muralla en animada conversación.
Ya de noche, descubrimos la buena música del Puro Teatro,
en la muy grata compañía de Ana, Teresa y Diego.
Al día siguiente, con un sol radiante, de nuevo de terrazas.
Al día siguiente, con un sol radiante, de nuevo de terrazas.
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