sábado, 2 de enero de 2010

¡Aquí estoy yo! Para enmarcarlo.

¡Tito Juan! ¡Estate quieto! ¡Que te estoy pintando!". Esto es lo que me dijo Laura toda seriota. Y yo... a obedecer, claro, a la espera de que me mostrara mi retrato. Este fue el resultado:

Ella a la izquierda, vestida de princesa. Papá Noel a la derecha, tras una cura de adelgazamiento. Y yo en el centro, con mis gafas y esas tremendas piernas fruto -¡quién sabe!- de la admiración que me tiene cuando le pongo voz al Piolín o de la imagen que le transmito cuando me mira desde abajo... Y esos brazos... a saber cómo me voy a poner ahora las manos en los bolsillos, je je... Después le pedí que me lo firmara: le puso su nombre y, por propia iniciativa, un corazoncito. Y a mí se me caía la baba :-)

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