martes, 15 de diciembre de 2009

Santiago, iluminada y con Belén.


El 7 de diciembre, tras un viaje accidentado con pinchazo y parada en la frontera francesa por sobrepeso, llegaron a Santiago las 27 figuras de tamaño natural que peregrinaron desde la localidad italiana de Umbría para adornar durante las Navidades la praza do Obradoiro. No recuerdo que se hiciera algo parecido alguna otra vez con lo que había que pasarse a verlas, en especial por la noche. Y allí quedé con Pris. No me entusiasmó: la verdad es que hay niños Jesús que podrían quitarle la devoción a alguien, pero eso no obsta para reconocer el esfuerzo y el valor de las figuras en sí mismas.

La noche favorecía un paseo por la zona vieja, al menos para ver cómo había quedado la iluminación de la ciudad, y eso es lo que hicimos antes de meternos a "picar" algo en Casa Sixto. No era tan bonita como la del año pasado, en especial la praza do Toural, pero calles como la Raiña sí tenían su encanto.

3 comentarios:

Pris dijo...

Abellá... fue Abellá... zorza y mejillones ;D

Juan dijo...

Puede ser, puede ser... habrá que hacer memoria de cuando fue lo de Casa Sixto. Ey! Y te has olvidado el... cocodrilo!

Pris dijo...

Cocodrilo, cocodrilo... eso no es seguro aún! ;D