Domingo 23, fiesta de primos en Pantín...

El día de la fiesta de San Juan ya habíamos empezado a hacer planes sobre la fiesta de primos de este año, pero sin concretar fecha. Recibo el lunes una llamada de Mar: "es este domingo en Pantín". ¡Mecachis! Silvita en Madrid, Javi en Lugo próximo a un examen y Carlos de vacaciones en Milán... Yo iba a ser el único de los hermanos que haría acto de presencia. Va a ser inevitable que siempre falte alguno de los primos, pero lo importante es que la fiesta se institucionalice y se repita todos los años, como ocurría con la comida el día del Santo de Madrina.

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Hacia la 1 ya estábamos la gran mayoría de los que ibamos a asistir. Mientras se iba haciendo la comida, nos entretuvimos con unas curiosas "mascotas": dos arañas que casi se podría decir que están amaestradas, si es que esto es posible. Al menos la que tenía pinta de centollo, que estuvo aguardando pacientemente hasta que Abel se le acercó para darle esa pobre mosca que estaba donde no debía...

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Mientras Xoan iba preparando el churrasco, los primos que faltaban pero que habían confirmado su asistencia iban llegando. La gente iba y venía. ¿De donde a dónde? ¡Qué mas daba!. El día había salido estupendo, había muy buen ambiente y eso se notaba a mil leguas.

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Empezó la comilona, aunque si no la hubiera habido lo habriamos pasado igual de bien. Muchas risas y puesta al día de nuestras cosas, al final sobró mucha. Daba un poco de rabia pero a nadie le cabía nada más. Después llegó el turno de los chupitos y el café; y la mayoría se animaron a jugar a la canasta y el ping-pong.

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Después de comer empezaron a llegar los tíos. Al principio no les hizo ninguna gracia de que la reunión fuera sólo para los primos, pero lo aceptaron de buen grado al saber que ellos también tendrían comida familiar y que después ya estaríamos todos juntos.

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A media tarde empezó la sesión oficial de fotos de los primos, como la que hace ya muchos años nos hicieron con Padrino y Madrina. En esa sólo faltaban los dos primos que en el momento de hacer la foto no habían nacido todavía. Ahora estamos físicamente distintos, no pudimos estar todos los que somos, pero ya se andará, ya.

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Con el temporizador de la cámara encendido, nos sacamos ésta con todos los presentes: primos, tíos y familia política actual o en potencia. Un buen grupo que espero que el año que viene se incremente con la presencia de algunos de los ausentes. Las risas que nos echamos viendo después las fotos fueron de antología.

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Por la noche, cenamos como lo hacíamos durante el santo de Madrina: los primos todos juntos en una mesa, mientras los mayores disfrutaban de una tertulia en los sillones. Juegos de mesa, goteo de despedidas... Eran las dos de la madrugada.